jueves, 15 de agosto de 2013

Siga siga siga el baile al compás de tamborín que esta noche nos comemos las gallinas en el campin. Santafereño, yo no me olvido como corriste este domingo, por halla en Soacha tú te cagaste y con los paisas tú te juntaste, se cago se cago la guardería se cago…, como estos hay muchos canticos que hacen que el futbol sea toda una fiesta, que se convine todo un carnaval popular, con bombos, platillos, banderas, bombas, trompetas y con lo más importante el don de la  voz de los hinchas que cada ocho días rompen sus gargantas con el sentimiento que representa gritar un gol de su equipo amado.
 Como es habitual cada quince días voy al estadio con un grupo de amigos santafereños, nos metemos en la popular  a deleitarnos de un buen platillo de futbol y a su condicional acompañante el apoyo del público con sus canticos. Haciéndole fuerza al expreso bogotano contra nuestro rival de patio, “odiado” por muchos, millonarios. Empezamos alentar a nuestro equipo los noventa minutos con canciones que reflejan el apoyo incondicional a nuestro equipo amado y el desprecio total de nuestros equipos odiados.
 Mientras los jugadores calentaban en el terreno de juego, Empezamos con una entrada que reflejaba el sentimiento y las ansias que teníamos de ver al campeón del futbol profesional colombiano, coreábamos la típica canción que le da la bienvenida al equipo a la cancha vamos albirrojo vamos albirrojo vamos albirrojo vamos albirrojo, nadie comprende que este amor se sienta así que venga a verte, y aunque me duela del dolor yo estoy con voz hasta la muerte, ser albirrojo es un honor una pasión, un sentimiento, desde pequeño yo me enamore de voz por eso vengo…vamos león, vamos vamos vamos vamos león vamos vamos el león de corazón. Sin importar que el equipo no estuviera en el mejor lugar de la tabla de posiciones, esta hinchada no la iba abandonar y menos jugando el clásico más importante como es contra millonarios. Los tres puntos eran vitales para mantener la ilusión del bicampeonato y llenar de alegría miles de corazones santafereños.
Salen los equipos a la cancha, en un atardecer fascinante el sol les daba  la despedida a la espera y la luna le daba la bienvenida al clásico más reciente de la capital colombiana.
Las hinchadas de ambos equipos entonaban con fuerza y cariño  el himno distrital,  cundo culminaba este con su BOGOTA, BOGOTA, BOGOTA,  (en el caso del equipo cardenal es SANTA FE, SANTA FE, SANTA FE), se daba inicio al encuentro. Después del pitazo del árbitro antioqueño, se indicaba el inicio del partido. Las hinchadas se preparaban para ver el comienzo de un partido lleno de emociones e ilusiones.
Desde el minuto 3 del juego, el cuadro embajador se hizo el dueño de la pelota y hacia sufrir a la hinchada santafereña. El partido empezó a tomar equilibrio desde el minuto 20, ya santa fe se acercaba al pórtico de Nelson Ramos. La guardia albirroja sur, como es conocida la barra más grande de santa fe,  se hacía sentir con sus cantos  en el terreno de juego y en los pasillos del estadio de la 53. Empezaba la guardia a cantar su loquito por ti loco loco, canción que tiene el objetivo de motivar a la escuadra cardenal para conseguir su primera anotación en el juego.
Minuto 33, dos agresiones infantiles y bastantes violentas de Gerardo Bedoya sobre Johnny Ramírez, y un enfrentamiento de Edwin Cardona y el panameño Román Torres hace que  independiente santa fe se quede con nueve hombres y millonarios con  diez, hace que el clásico se empiece a calentar dentro del terreno de juego y en sus graderías.
La guardia estaba bastante tensa pues las expulsiones de dos de sus jugadores hacia  que incrementara el “odio” hacia el equipo rival. Empezaron con un par de canciones que personalmente a mi juicio, muestra la antipatía que hay contra la hinchada y el equipo millonario, y que genera se empiece los enfrentamientos violentos entre hinchas de ambos bandos fuera del estadio.  Millos millos cobarde la concha de tu madre, si tienes tantos huevos si tienes tanto aguante nos veremos afuera para hacer un combate… la violencia en el fútbol se va a acabar, porque a millos lo vamos a matar, por la 30 vamos a salir, yo te aviso si quieres venir, los de millos son todos putos… Era claro que esta vez los jugadores incitaban a la violencia, no la hinchada.
Desde el minuto 33 al minuto 45, fue un partido bastante pobre, con pocas opciones de gol, solo un buen tiro libre del volante azul Mayer Cándelo que Camilo Vargas logro atajar cerca del palo izquierdo del arco sur del campin.
 Con el pitazo que indicaba la Finalización de la primera parte, los equipos se iban a descansar quince minutos, mientras la guardia seguía alentando, así los jugadores no estuvieran en el terreno de juego, la  guardia quería demostrar que es la barra más fiel y que sigue al equipo en las buenas y malas.
El olor a marihuana se hace presente en la barra, en la mayoría de partidos en los que juega santa fe, la droga y el licor están esencial para un porcentaje de los integrantes de la guardia, que hace que se  coreen canciones alusivas a ellas como: somos de la gloriosa banda  santafereña la que  toma moscato la que fuma vareta, la que va caminando cuando llega al Nemesio, va mostrando los trapos por que le sobran huevos... estas canciones hacen que se motive el consumo de estas sustancias , porque el ritmo es muy “pegajoso” y hace que el niño que va a temprana edad a la barra fume, huela y beba para sentirse en igualdad de condiciones con algunos “grandes capos” que muchas veces no tienen objetivos en la vida y por muchas dificultades no tienen una ocupación alguna.
Las desigualdades sociales de algunos de los integrantes de las “barras bravas”, hacen que cometan delitos como el hurto, para obtener dinero y poder adquirir  la boleta de los partidos, y sustancias psicoactivas para entretenerse durante los encuentros futbolísticos y demás actividades…
 Como he dicho la música es un referente importante en la habitabilidad de estos grupos sociales en el ecosistema, todas la características de estos grupos las hemos importado desde el país pionero del futbol en Latinoamérica (Argentina), desde sus formas de vestir hasta  sus formas de hablar y de expresarse con el entorno.
El mejor ejemplo de lo que significa expresarse con el entorno es la música, ese género que es denominado “cumbia argentina” existente desde el final de la década de los '90, es la recopilación de los sonidos básicos de la cumbia colombiana e instrumentos musicales como el teclado y el bajo, más el componente del mensaje social, que son sus letras que abordan temas como el futbol, las drogas, el alcohol, la violencia callejera, la prostitución, el sexo, el amor y el desamor.
Escuchando este género de música me pregunto, ¿cómo las letras de estas canciones logran transformar el pensamiento y el comportamiento de  grupos de hinchas?
Refiriéndome al libro Cantar bajo la anaconda de Jairo Clavijo Pobeda que habla sobre el análisis sociocultural del futbol y del entorno, me doy cuenta que la música hace un papel importante en la formación de estos grupos sociales denominados “barras bravas”, por medio del mensaje “positivo” que se le inculca al hincha diciéndole que el consumo de sustancias psicoactivas y el amor exagerado hacia la camiseta es el camino correcto.

También nos dice que este género de música va dirigido para  las clases populares, por esto se tratan temas como la violencia callejera, la delincuencia, vivencias urbanas y demás, pero por el simple hecho de escuchar este tipo de música el individuo no se transforma en un delincuente. En síntesis, La cumbia villera es un lenguaje más del futbol y de su entorno.
Empezaba a rodar la pelota en el segundo tiempo, con las emociones e intensidades que caracteriza un clásico de esta magnitud.

La hinchada del primer y último campeón seguía alentando al rojo, confiaban que este segundo tiempo las cosas iban a mejorar. Le daban la bienvenida al equipo en la parte complementaria con el cantico que refleja dichos componentes de la cumbia villera. Como me voy a olvidar cuando era chico y me traía mi viejo, a ver al rojo campeón y sus jugadas de fantasía, quiso el destino el azar que fuera hoy su mejor hincha y en una noche de alcohol nos moriremos de la alegría.

Minuto 47 del complemento, el calvo Omar Pérez se acercaba al pórtico Albi azul con un tiro libre, dos minutos después Quiñones se acercaba con un cabezazo al palo izquierdo, parecía que la escuadra cardenal volvía a surgir en el partido.
Minuto 59, como es habitual Omar Pérez con sus maravillosos tiros libres, logra calcular la precisión del tiro con la posición del jugador Yulian Anchico, este mete un cabezazo que ni Ramos con  un traje de Superman  lo hubiera podido alcanzar. El equipo hacia gol, la hinchada roja celebraba, mientras la hinchada azul se silenciaba.

Uno de los momentos más explosivos  para los hinchas en un partido es la satisfacción que es gritar un gol y más si es en un clásico como este, esto es lo que la hinchada cardenal reflejaba con sus bombos y trompetas (su música). Todos coreaban y coreaban Vamos ya griten y alienten que Bogotá es una fiesta, porque el expreso regresa, la vuelta vamos a dar.

Cuatro minutos más tarde, el delantero Watson Rentería logra vencer al portero cardenal Camilo Vargas tras un remate cerca al punto de penal, la hinchada millonaria festejaba el empate, mientras la hinchada cardenal pasaba un trago amargo, pero eso no significaba dejar de alentar hasta los 90 minutos.
El tiempo transcurría en el renovado estadio el campin, pero la hinchada seguía alentando con sus cantos de guerra y de honor, En la grande capital hay una banda, La guardia, el aguante lo primero que aprendí, Bogotá de Santa Fe es nuestra gente, la ciudad lo más hermoso para mí y ahora voy delirando por la droga y el león, soy campeón y siempre seremos el primer campeón.
Minuto 81, tras una gran corrida por la lateral izquierda, Martínez Borja centra el balón hacia el área, que le queda totalmente sola al volante cardenal Juan Daniel Roa que la vota encima del arco sur, era más difícil  votarlo que hacerlo.

El volante Cardenal se perdía la gran oportunidad de darle la vuelta al compromiso y conseguir un triunfo tan representativo que nos daría tres puntos vitales para escalar en la tabla de posiciones.
A la hinchada no le gustaba el resultado, querían ir por mas, por eso le exigían al equipo dar el cien por ciento de energías por eso coreaban, y vamos Santa Fe, fuego interior; pones al rojo vivo mi corazón; vamos Santafesito, hay que jugar bonito, para ganarles hoy.
Las emociones se estaban terminado, un encuentro bastante parejo y un segundo tiempo más teñido de rojo que azul, pero como dice el dicho, el que no los hace lo ve hacer, y esto fue justo lo que sucedió. Faltando 30 segundos para la culminación del partido y el empate 1 a 1, un zapatazo fuera del área del 10 embajador Mayer Cándelo logra desequilibrar el encuentro y darle la victoria al equipo que con América de Cali son los más campeones del país.

Santa fe perdió en la cancha, pero jamás en la tribuna. Con aplausos el público cardenal despidió al equipo y haciéndole sentir con la voz que jamás lo iban a abandonar. A esta banda no la pueden parar, a esta banda no la pueden parar, ni l muerte nos va a separar, desde el cielo te voy alentar y vamos el expreso que esta banda loca quiere campeonar.